EL CAMAROTE 58


EL CAMAROTE 58
Libros y Tebeos, Cine y Televisión, Juegos Virtualaes y de Sobremesa...
Ciencia-ficción, Fantasía y Terror, Historia y Misterio...

Paco... Paco tiene un lápiz mágico.


Portada de El Invierno del Dibujante, de Paco Roca.

¿Qué decir?

El Invierno del Dibujante, de Paco Roca.
Editado por Astiberri.

Si aún no lo tenéis, id a por él. No sé... Es de Paco y Paco está como... ¿bendecido? ¿Iluminado?
Suena fuerte, ya lo sé; pero es lo que hay. Compruébenlo ustedes mismos. Una vez más.

Paco tiene un lápiz mágico con el que, hace ya tiempo, traza sentimientos sobre el papel.

El Invierno del Dibujante, es la historia del ansia de volar, de la tiranía de la gravedad, que no gusta de ícaros. El Invierno del Dibujante cuenta la historia de las cosas que no son exactamente lo que debieran, ni siquiera lo que parecen, y cuenta, a la postre, como tras la caída queda siempre -loados sean los dioses- una estela inquebrantable que marca el camino.

Aquellos hombres, aquellos nombres, son una parte fundamental de nosotros mismos; de todos aquellos que amamos el arte del tebeo y podemos mirar atrás, para ver nuestra trayectoria vital enmarcada en viñetas y nuestros sueños -cumplidos o por cumplir- en el interior de bocadillos que las sobrevuelan.

El Invierno del Dibujante... Ya digo, de Paco Roca.
Astiberri, como de costumbre. Un poco de historia, despegues, vuelos y caídas... El dulce y el amargo, no son sino las dos caras de una misma moneda.

Paco agita su vari... su lápiz sobre el papel y aquellos hechos se plasman, con línea clara, en nuestro interior. Tal vez no fue exactamente así; pero, ¿qué más da? Bien pudo serlo... Bien pudo serlo.

Cuando acaben de leerlo, pónganlo cuidadosamente  junto a El Faro, Las Calles de Arena, Arrugas...
Y dejen sitio en la estantería, porque, ya saben, la cosa no ha hecho más que empezar.



Portada de Cifré para el primer número de Tiovivo, allá por el verano de 1957.
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Necróparis... Cuando ni siquiera el suicido te quita de en medio.



No suelo mirar las solapas de los libros que leo. Es más, las solapas me importan un bledo.
Verán ustedes, cuando conozco personalmente al autor,  que suele ser muy a menudo -puede parecer inmodestia; pero no lo es-, no necesito que me cuenten nada de él, si no sumergirme en la lectura y poner sus dotes, una vez más, a prueba. En caso contrario, cuando se trata de un desconocido, no necesito que me introduzcan un éxito o un fracaso -en el momento de abrir el libro todo está por ver-, con paparruchas sobre lo que ha hecho o dejado de hacer.
También está el caso intermedio -el que nos ocupa-, de un autor que conozco por trabajos anteriores; pero no personalmente. Es una posibilidad cómoda, porque me ofrece una referencia como punto de partida, sin los nexos emocionales que te unen con aquellos autores que, además, son amigos.
De cualquier modo, insisto en ello, nunca leo las solapas y en todos los casos: amigos, conocidos y perfectos desconocidos; los autores tienen que revalidar sus posibles méritos.

Necróparis es la última y primera novela de Fernando Cámara.
Y es un absoluto disparate.

He de contravenir lo indicado por la Real Academia Española de la Lengua y lo establecido por los usos y costumbres de los hablantes, para defender un enfoque alternativo del término «disparate», porque el disparate de Fernando Cámara es una de las más apasionantes, delirantes e inteligentes obras, novela de lomo enjuto -ciento sesenta y pico páginas de contenido-, que han pasado por mis manos en los últimos años y, créanme, por mis manos pasan al cabo del año un número indecente de novelas.

El disparate de Cámara se engendra en un planteamiento absolutamente bajo control, doméstico y domesticado diría yo, con el que todos podemos identificarnos; y desemboca en un delirio tormentoso de experiencias irracionales, protagonizadas por un París de pesadilla. El París que fue, el que es, todos los que pueden ser o no ser en un Universo dominado por la Mecánica Cuántica y el Principio de Incertidumbre... El París de los folletos publicitarios y el de L'homme sans Visage... Todo ese peso específico, más un abanico de pesadillas relacionadas con el conflicto, con el trauma ancestral del viaje, la pérdida de lo cotidiano, la lejanía turbadora de los rostros y los decorados conocidos... Todo eso se desploma sobre una pareja que viaja a París, para dejar de ser padres y jugar a ser otra vez novios durante unos días.

Insisto: un inquietante disparate, un magnífico ejercicio sobre el alambre, sin red.
Las tinieblas espesas, dispuestas a tomar una u otra forma aterradora, las sombras que sólo aparecen cuando nos miramos al espejo, deslizándose a nuestras espaldas, sobresaltándonos sin saber porqué... o sabiéndolo; todos esos espectros necrófagos deambulan por las páginas de Necróparis o hacen el don tancredo, como maniquíes, para saltar sobre nuestros pescuezos al primer descuido.

Es, sin lugar a dudas, una obra que hay que leer. De modo que rasquense una miaja el bolsillo e intérnense en el París devastador de Fernando Cámara, de la mano de la editorial NGC Ficción, porque es, sin lugar a dudas -insisto en ello- una propuesta editorial inquietantemente atractiva.

Ah, y por cierto, después échenle un vistazo a la solapa del libro, para conocer un poco mejor a Fernando Cámara.
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Terribilis est locus iste...


Juro por las pezuñas de Pan que en la página 27 -y el libro tiene 156- ya tenía claro que les había ocurrido a los protagonistas.

Dicho esto así, descerrajándolo en las narices de todos ustedes, a quemarropa, puede parecer el comienzo de una crítica demoledora; pero, verán, es que se trata de un libro de mi amigo Pedro (Domingo Santos) y, en manos de Pedro, una pluma es una varita mágica.

El Extraño Lugar es, sin lugar a dudas, la novela más inquietante, angustiosa y reflexiva que he leído en ¿los últimos tres o cuatro años?
Los protagonistas y su deriva vital, los secundarios y los decorados, están magistralmente dispuestos para apresar al lector en una maquiavélica trampa onírica. Llega un momento en que quieres escapar, como el señor Herralde; pero, precisamente como el señor Herralde, una fuerza desconocida te arrastra hacia el interior de la pesadilla.

He leído por ahí alguna que otra reseña en la que se establecen paralelismos entre esta obra y las de ciertos autores, especializados en el género de terror, y he de decirles que no es cierto. Domingo Santos se parece concretamente a sí mismo. Ha perfeccionado un estilo de ficción que se centra en la introspección, en desmenuzar críticamente el ser y el proceder: El Extraño Lugar es un nuevo, un sobrecogedor paso en esa dirección.

Le propongo un sencillo ejercicio mental.

Usted está en el mejor de los sueños cuando, repentinamente, las tinieblas le rodean. Queda preso en un círculo iluminado con una luz líquida que confiere a todo una apariencia fantasmal.

El tiempo se detiene o pierde todo su poder.
Dentro del aquel escenario blanco lechoso, se desencadena un drama protagonizado por sus seres queridos. Usted siente que éstos se desvanecen, se desdibujan, caen en poder de las tinieblas que estrechan el círculo sin que pueda hacer nada para evitarlo. Les tiende la mano desde el centro de la reducida zona iluminada, pero no pueden escucharle, o le escuchan, le miran incluso, con una languida resignación... hasta que la oscuridad les engulle.
Le rodea -a usted, dentro de la pesadilla- un decorado en apariencia ajeno al drama, pero íntimamente ligado con su misma esencia. Todo parece tan real, tan sólido, como listo para desvanecerse a la primera de cambio.

Hay diversas modalidades de esta pesadilla, todas ellas terribles... El nexo de unión, el denominador común de todas ellas, es un sentimiento de culpabilidad que deambula por nuestro subconsciente susurrándonos, incesantemente, que no sabemos apreciar lo que tenemos hasta que lo perdemos; que la soberbia, la suficiencia desmedida puede poner en juego todo cuanto, en el fondo, nos importa realmente. Todo cuanto nos mantiene vivos... cuerdos.

Domingo Santos juega con el lector desde esa tierra de nadie en la que todo es posible, desde esa franja indeterminada más allá de la cual no hay retorno, y nos hace sentir angustia -soportable como ficción y muy recomendable como cura en salud- por todo aquello que podemos llegar a perder si nos obstinamos en no apreciar lo cotidiano, si caemos en el error de creer que hay ciertas cosas que nadie puede arrebatarnos.

Cuando cerré la novela, con un escalofrío recorriéndome todavía la espalda, salí del estudio y busqué a mi señora. La abracé y, mientras la miraba con ojos nuevos y ella sonreía pensando que se me había ido la chaveta, me hice la firme promesa de no escatimar jamás un Te Quiero... y no permitir que la arrogancia detenga fatalmente el tiempo.

Pedro, el Maestro Domingo Santos, está ahí precisamente para eso: para no dejar jamás de sorprendernos.

La editorial Grupo AJEC se apunta otro acierto con la publicación de esta joya.
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Programa nº 49, del 14 de diciembre de 2010...

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¡Zombis!
Muertos vivientes, momias putrefactas que andan torpemente, a trompicones. Ávidos de carne fresca (o congelada, pero, eso sí: en cantidad), con los brazos extendidos, emitiendo sonidos incoherentes, gorgoteos de una perpétua agonía... Apestando a carne podrida y con el cerebro reducido al tamaño de un pistacho (es decir, no muy diferentes, en este aspecto, de los no-zombis).
Bestial.




¡Zombis!
Infectados, poseídos por una saña asesina. Corren detrás de tí que se las pelan, dejando a su paso un chorro de baba espesa. Sueltan unos gañidos que te hielan la sangre en las venas. Un virus les ha dejado los órganos internos como pimientos morrones. Pretenden matar a todo aquel que se cruza en su camino, y pueden ser endemoniadamente astutos, los muy jodidos.
Terrible.






¡Zombis!
Clones genéticamente escoñados para convertirlos en correosos guerreros. Les ha salido el tiro por la culata a los cantamañanas de turno, y ahora el ganado está suelto por las calles, destrozando con sus propias garras a todo hijo de vecino; a diestro y siniestro, enemigos y amiguetes. Corran o vayan saltando a la pata coja, son inexorables y difíciles de matar. Comen lo que pillan y sin hacerle ascos, que para eso son boinas verdes.
Acojonante.



¡Zombis!
Apelotonados como ovejas ante las puertas acristaladas de un centro comercial. Víctimas de un conjuro temible, escrito en las citadas puertas con grandes letras de colores chillones: ¡Rebajas!.
Caminan con los brazos extendidos y moviendo los dedos -retorcidos como sarmientos- en dirección a sus presas, indefensas camisas, zapatillas con cabeza de perro, fajas de titanio, chalecos de colores insufribles... Ojos fuera de las órbitas y miradas asesinas a cuanto les rodea, incluídos los demás zombis. Alaridos, pequeños grupos que se arremolinan en torno a una víctima propiciatoria, enzarzándose en grescas perrunas.
Terrorífico... ¡Apocalíptico, oigan!



En fin, que el programa de hoy va, fue, irá de zombis. Échenle una oreja y pásenlo bien con nosotros. Repasamos títulos y autores, en una primera aproximación a este fenomenal fenómeno, aunque durante las próximas jornadas se iran sucediendo -atentos al blog- las charlas con amigos escritores, editores y reconocidos «zombílogos».
Por nuestra parte, cabe destacar la inquietante sensación de que -bromas aparte- en muchas ocasiones, los humanos nos comportamos como los monstruos de nuestras pesadillas.




Es, el de hoy, un programa de tono ligero; pero, como podrán ustedes comprobar, medio en broma, medio en serio, hemos abordado muchos aspectos de este ¿movimiento? ¿sub-género? literario.

Hemos de agradecer el apoyo de la EDITORIAL DOLMEN y, más concretamente de su director, Vicente García; del director editorial, Sandro Mena y del responsable de la Línea Z, Álvaro Fuentes.
Están llevando a cabo una tarea impresionante con la Línea Z, tanto en libros como en tebeos, y los títulos son, sin excepciones, muy interesantes.




Así que, comprueben los alrededores para que no les sorprendan los zombis (muertos vivientes, caminantes, infectados...), pasen y aseguren el pisito, registrando hasta la última habitación. Refuercen puertas y ventanas, amontonado muebles, apuntalándolas con palos de escoba... Acomódense en la estancia mejor defendible, denle caña al Internet y, con el volumen bajito -a los zombis les atrae el ruido-, dispónganse a disfrutar con sus amigos de El Camarote 58.

Primera parte:


Segunda parte:

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Programa nº 47, del 23 de noviembre de 2010...

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¡Atención, pregunta!: ¿Qué tienen de especial los programas radiofónicos de El Camarote 58?
Pues, que siempre tenemos buenos e interesantes amigos invitados con los que departir y compartir, pasándonoslo de maravilla. Es que era una pregunta muy, pero que muy fácil.
Y... ¿quiénes? -se preguntará esa parte de nuestra maravillosa audiencia que no pilla la onda en directo, debido a la dictadura del alcance y tal-, ¿quiénes -digo- han sido los invitados de esta nueva y flamante edición de El Camarote 58? ¿Eh? ¿Quiénes?
Pues dos amigos y escritores cuyos nombres en este caso (por orden de aparición) son: Francisco José Jurado y José Antonio Cotrina.

Francisco José Jurado

Francisco José Jurado es un escritor cordobés. Córduba, una de las más hermosas ciudades de España, capital que fuera de la Bética romana, cargada a posteriori con toda la historia habida y bien dispuesta a la por haber.
Hablamos de su trayectoria como escritor y de su excelente primera novela, titulada «Benegas». Córdoba se convierte bajo la pluma de Paco, en el escenario de una serie de crímenes, para cuya resolución contamos con las dotes deductivas de un investigador cuyo apellido da título a la obra.


Paco entra en un juego de complicidades entre el lector, el protagonista y su coro de secundarios, en el que hace clara referencia a los grandes maestros del género que le inspiran; pero demostrando con su estilo cuidado y, a la vez, desenvuelto, que lo hace porque es su primera novela, disfruta con ello y le da la real gana. Demuestra, Paco Jurado, que tiene en todo momento los ramales bien sujetos, preparándonos para una nueva entrega de las andanzas de Benegas que será, sin lugar a dudas, otra joya del policiaco español contemporáneo.
Pasen, pasen vuesas mercedes y escuchen, porque Francisco José Jurado tiene mucho que contar y, además, es lo que se dice un tipo majo con el que da gusto conversar.



José Antonio Cotrina

Durante la segunda parte del programa nos acompañó José Antonio Cotrina, otro de los numerosos e imprescindibles amigos de El Camarote 58.

Sí, sí, por supuesto que hablamos de «La Cosecha de Samhein»; pero no sólo de ésta, su última obra (trilogía a la espera de conclusión, con el libro que la rematará el año próximo), sino de una retahíla de cosas, curiosidades y obras literarias que abarcan toda su vida, desde los doce añitos.

José Antonio nos explica como pasar de jugar con los «airgambois» a repartir mentalmente papeles entre ellos, y gritarles aquello de: «¡Luces, cámara... acción!»
¿Qué no me creen? Pues apresten ustedes sus oídos porque, en el fondo, el espíritu de Rocavarancolia es antiguo, quizá mucho más de lo que José imagina.


Sugestivos en todo momento, inquietantes muy a menudo, terribles cuando se tercia (que se tercia, y mucho)... Así son Rocavarancolia y los personajes que la pueblan.
Por cierto, el nombre de Rocavarancolia: ¿será fruto de largos años de investigación en laberínticas bibliotecas, desconocidas e incluso ocultas al común de los mortales?
¡Chan-chan!

He aquí, en forma de ondas sonoras, presencia no por intangible menos rotunda, simpatía y garbo; la charla con José Antonio Cotrina que todos ustedes -vosotros- estabais esperando. En la segunda parte de El Camarote 58.

Primera parte, con Francisco José Jurado:


Segunda parte, con José Antonio Cotrina:

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¡Timunmas ha resuelto el problema de la cuadratura del círculo!

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Leyendo el título de este artículo, lo primero que pasará por sus cabezas es que yo he perdido la mía.

«Este hombre -dirán-, que lástima. Ya son muchos años con la ciencia-ficción esa, muchos pájaros en la cabeza… Ya no distingue entre un problema matemático irresoluble y la charlatanería de los cantamañanas de turno. Y además… -rematarán ustedes- ¿Qué puñetas tendrá que ver la cuadratura de marras y una reseña literaria?»

Y no digo yo, no, que así, a voz de pronto, no pudieran tener ustedes razón; pero si me permiten explicarme, verán que ando bien encaminado.

Les cuento.
Soy aficionado (¿fan?) a la saga de La Guerra de las Galaxias desde que se estrenó la primera película; sí, esa que ahora va y resulta que es la cuarta.

Me metí en un cine y entré en éxtasis durante la totalidad del metraje -desde que aparecen esos títulos viajeros que han hecho historia-, de modo que decidí repetir. Como quiera que el personal del cine no estaba por la labor, ni mis recursos daban para más de una sesión; hice uso de una suerte de juego del escondite que me permitió verla tres veces seguidas aquel día. Al día siguiente volví, saben.

Desde entonces, me he tragado todas las continuaciones y «precuelas» -así, entrecomilladas, porque, con total sensatez, como tiene por costumbre, a la Real Academia no le da la real aceptar el barbarismo-, he digerido (no sin ciertos problemas gástricos, en ocasiones) todas las series, animadas y desanimadas, libros, tebeos, juegos de sobremesa y virtuales… Si no lo tengo personalmente a buen recaudo en mi casita, en un momento u otro, todo lo relacionado con esta franquicia multimillonaria ha pasado por mis manos.

Llega uno a creer que ya lo tiene todo visto y muy visto. Acaba uno concluyendo que, en caso de que salga algo nuevo, no dejará de ser un refrito de cosas anteriores que se comprará y almacenará, con el ansia acaparadora del incondicional; pero sin intención de devorarlo como solía ser habitual en los viejos tiempos.

Y va y resulta que los señores de Timunmas deciden que no, que te van a sorprender, a dejar boquiabierto y con los ojos saltones, como cuando eras un chiquillo y volvías corriendo a casa con lo último de El Imperio Contraataca, conseguido a duras penas con el sudor de la frente de papá.

«The Complete Vader» fue el título de una joya impresa, de un álbum que recogía las andanzas en papel, plásticos, celuloide y toda una amplia suerte de materiales y presentaciones; del villano más emblemático de la historia del Séptimo Arte: Darth Vader, el tenebroso y tortuoso Señor del Sith.

Hasta donde me consta, apareció por primera vez a finales de 2009 en Inglaterra; pero la edición en EE.UU. se fue al traste por un error de imprenta, debido al complejo montaje interior del volumen. Allí, en la tierra de George Lucas apareció hace un par de meses, según creo.

Tuve ocasión de tener entre mis manos un ejemplar de la edición inglesa, que era una maravilla; una maravilla que ahora, engrandecida con la traducción al Español, nos presenta Timunmas -como ya he dicho- de cara a las Navidades, con toda la pinta de un extraordinario regalo a la hora de configurar la lista para los Reyes Magos.

Se trata de una edición extremadamente cuidadosa y compleja, en la que se repasa la vida y obra de Vader y que, para acabar de magnificar el conjunto, se nos presenta con el escueto, rotundo y acertadísimo título de : VADER. Así, a secas, sonando como el zumbido de un sable láser escarlata sangriento.

VADER, oscuro y enrevesado, consumido por los hechos de aquella galaxia lejana, muy lejana y sus circunstancias personales, se nos presenta en este volumen desde su nacimiento, en forma de vagas descripciones y trazos indecisos; pasando por una larga etapa de crecimiento y desarrollo formal, y llegando poderoso, pletórico de fuerza y poder de sugestión, hasta nuestros días.

Podemos ir pasando páginas, avanzando a través de un laberinto de desplegables, reproducciones de originales de incalculable valor para el aficionado, y requiebros visuales; encontrándonos el ciclo vital de un Sith. Con cada párrafo, con cada boceto, nos sentiremos más identificados con todos y cada uno de los nombres -ya míticos- que contribuyeron a crear esta leyenda contemporánea.

VADER es un archivo de incuestionable valor para quienes sentimos un aprecio especial por la figura, desde mi punto de vista central y más significativa, del universo creado por Lucas. VADER es la puesta en escena del envoltorio mediático de Anakin Skywalker, y la prueba de que, a pesar de los focos, de las rutilantes luminarias de las salas cinematográficas y de exposiciones por las que ha ido pasando; el poderoso y atormentado Señor del Sith es una sombra sobre la que especulamos, que intentamos retener en un párrafo, plasmar en un esbozo…

VADER es un espectáculo visual para enmascarar nuestro atávico temor a los resultados de la transformación; una forma elegante, artística, de ilustrar un oscuro túnel al final de cual, una luz mortecina, nos señala la salida y la salvación, o nos atrae, como polillas, hacia el abismo.

Quiero en este sentido hacer valer como ilustradoras de mis argumentos, dos imágenes del libro que les detallo.
Ambas se hallan en el cuadernillo desplegable que encontrarán junto a la página 86.

Por una lado, sin desplegar el cuadernillo citado, encontrarán una ilustración a página completa, de un Vader surgiendo de las tinieblas como una aparición (es la misma de la contraportada). Terrible, su máscara respiratoria se nos antoja unas fauces abiertas, con una hilera superior de colmillos monstruosos. Es el Vader como arquetipo maligno. Imposible de contener o domesticar.

Por el otro lado, con el cuadernillo plegado y junto a la página 89, tenemos una mezcla de fotografía e ilustración técnica, en la que se nos muestra la mano del artista intentando explicar lo inexplicable, aplicándose a la turbia tarea de domesticar la imagen anterior, para convertirla en objeto de consumo. Para exorcizarla.

Indudablemente, uno puede recorrer las páginas de esta magistral edición de Timunmas, disfrutando lo indecible de una monumental obra de arte. Así, sin meterse en camisas de once varas como yo he hecho. Pero, de un modo u otro, hay una cosa evidente: acérquense a sus bibliotecas personales, al rincón donde guardan sus libros sobre La Guerra de las Galaxias (¡Ea, Star Wars!) y comprobarán que, si aún no tienen este maravilloso libro, hay un hueco expectante que está susurrando su título:

VADER, editado por Timunmas. Tiene ciento ochenta y pico páginas, les saldrá por algo menos de cuarenta euros y comprobarán que cuesta mucho menos de lo que vale.

Además, está dedicado a Ralph McQuarrie por lo que, remitiéndoles al título de este artículo o reseña, comprenderán porque sostengo que a los amigos de Timunmas este libro de formas cuadradas, les ha salido redondo.

Andrés Rodrigo
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Programa nº 46, del 9 de noviembre de 2010...

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En el programa cuya fecha se mienta por ahí arriba, tuvimos tres invitados muy especiales (aunque: ¿alguno de los amigos de El Camarote 58 no lo es?).

De izquierda a derecha: Javier Navarro, Ana Zurita (protagonista de la foto y ya ven: ahí en segundo plano, tan recatada ella), Andrés, Eduardo, Daqui y Eva.


En la primera parte charlamos con Rodolfo Martínez.
Rudy es un escritor como la copa de un pino que, además, tiene la habilidad poco común de barajar géneros y estilos como un consumado tahúr. Y ganando siempre la mano.
No es habitual encontrarse con un escritor con los arrestos y el oficio necesarios, para coger a James Bond y colocarlo de través entre la Edad Media y un siglo XIX «steampunk», salpimentar la mezcla con tecno-magia y política-ficción de corte contemporáneo; y salir vivito y coleando del empeño, con pasodoble y vuelta al ruedo. ¿Que parece mucha lidia para una sola faena? Pues háganse vuesas mercedes con «El Adepto de la Reina» y ya nos contarán, ya.
Entren en la publicación virtual de su editorial: sportularium.com, y recojan de buena mañana -siguiendo la tradición latina- un indispensable regalo para sus bibliotecas. De paso constatarán que Rodolfo Martínez no es ningún recién llegado. Lleva ya mucho bagaje a las espaldas y de gran calidad.
Y además, ¡es un amigo, qué puñetas!

Rodolfo Martínez

«El Adepto de la Reina», de Rudy, con la magnífica portada de Alejandro Terán, ganadora del último premio Ignotus en la especialidad.



Estuvo con nosotros, en el estudio, Ana Zurita. Ana -que vino acompañada de Javier Navarro- es una ilustradora valenciana, cuya obra se ha centrado en los libros de texto y el diseño de figuras para una mundialmente conocida empresa española -valenciana, para más señas-de cerámica artística.
Ana Zurita vino a charlar con nosotros de lo suyo y, concretamente, de su último libro ilustrado infantil: ¡Qué tela más dispareja!, editado por Pintar-Pintar.
Ana es una ilustradora con una calidad evidente y una potencialidad - y esto es lo realmente significativo- apabullante, que transforma las imágenes en regalos visuales imperecederos. Compren su libro -el antes referido y los que vayan viniendo-, y habrán adquirido una obra intemporal que leer a sus nietos y aquellos a los suyos. Así de claro.

El último libro ilustrado por Ana Zurita.


Después, en la segunda parte, tras el informativo, charlamos con Susana Vallejo.
Susana está ahora triunfando con su tetralogía: «Porta Coeli», en la que se interna en territorios inquietantes, a medio camino entre la realidad -percibida en sus hábiles retratos históricos- y la ficción de dos mundos tan próximos como, en ocasiones, terriblemente distantes. Un códice mistagógico, magos y caballeros con cruciales encomiendas, palpando otros mundos a través de pórticos...
Porta Coeli, editada -la tetralogía, ya digo- por Edebé. Compren y lean. Ya saben como funciona esto.
Decir, además, que Susana es un encanto de persona, que encandila a los lectores cuando se pone ante ellos presentando su obra o firmando ejemplares.
Ahora, cambiando radicalmente de registro, Susana nos cuenta que se embarca en un proyecto literario policíaco, de misterios y crímenes... ¡Chan-chan!
Manténgase atentos a El Camarote 58 y a aqueste fermoso blog, porque nosotros ya tenemos el alma en vilo. Palabrita.

Susana Vallejo

La tetralogía «Porta Coeli» en todo su esplendor.

Primera parte, con Rodolfo Martínez y Ana Zurita:


Segunda parte, con Susana Vallejo y Ana Zurita:

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Programa nº 45, del 2 de noviembre de 2010...

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Eeeste, este es el programa que -al menos en teoría- debería tener una parte más en el blog -es decir: tres- que no fue emitida en directo, porque nuestro buen amigo Javier Negrete tiene obligaciones docentes que impedían cuadrar los horarios.
Dicho lo cual, aquí tenéis las dos partes habituales, y en breve colocaremos la charla con Negrete. Por supuesto haremos sonar pitos, flautas, cazos y cacerolas a través del dichoso facebook, para informaros de la modificación.

Platón, invitado especial de esta nueva edición de El Camarote 58, se quedó de piedra viendo con que soltura y donaire desmenuzábamos sus diálogos.

En la primera parte del programa en directo, nombrada aquí «segunda» en virtud de lo antedicho, Andrés y Daqui (Eduardus malitus est) se enzarzan en una charla distendida sobre esto y aquello, sin dejarse impresionar lo más mínimo por el hecho -apuntado al principio- de que el asunto va de la Atlántida. Ya les conocen vuesas mercedes: ¡A ellos el guión -suponiendo que existiese tal cosa- les importa un ardite!
Pues nada, dale que te pego, de aquí para allá; que si películas, que si tebeos, que si ¿bolsos?... En fin un amigable despropósito en el que, a duras penas, el director del cotarro logra enfilar los derroteros de la Atlántida, para hacer una semblanza del ¿mito?, sus protagonistas y su maravillosa pervivencia espacio-temporal.

Álvaro Bermejo y su último libro.

En la segunda parte -tercera, como podéis ver, en el blog- charlamos con Álvaro Bermejo, un nuevo amigo del programa, para el cual nuestras puertas estarán siempre abiertas de par en par.
Hablamos con él de su última y flamante novela: «El Laberinto de la Atlántida»; pero también de su trayectoria, de sus otras obras premiadas -Álvaro es un compendio de galardones- y de las perspectivas de un autor inteligente.
Pocos escritores actuales saben enfocar los mitos con una luz tan diáfana. Álvaro transita por los pasillos inexplorados de la Historia, con la reflexiva placidez del demiurgo de los platónicos: tomando de aquí y allá poderosas sombras, para hilar grandes historias que nos engrandecen.
Cuando acaba de tejer sus páginas -y eso es algo más que maña literaria-, Álvaro Bermejo devuelve el mito a su pedestal agigantado, magnificado, rejuvenecido.
Y charlar con él, con Álvaro, es además una gozada.
Si no han leído el libro... no acertamos a justificar más demora.Y de paso échenle un vistazo al resto de su bibliografía, porque el conjunto es de lujo.

Segunda parte, con los cerros de Úbeda en primer plano y la Atlántida de fondo... ¡Qué se dice pronto!:


Tercera parte, con Álvaro Bermejo, internándonos en el apasionante laberinto de la Atlántida:

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Programa nº 44, del 26 de octubre de 2010...

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Atendemos hoy, de muy buena gana, las numerosas solicitudes de repetición del programa del pasado 31 de agosto: la Convención radiofónica, en la que participaron: Javier Redal, Juanmi Aguilera, Domingo Santos, Miquel Barceló, Eduardo Vaquerizo, Luis García y Rafa Marín.
No hay de qué y que ustedes lo disfruten.

El próximo martes pretendemos, si todo cuadra, un especial dedicado a uno de los temas más queridos por la literatura de ficción: ¡La Atlántida!
Contaremos para ilustrarlo rigurosamente, con la participación de Javier Negrete (Atlántida-Espasa 2010) y Álvaro Bermejo (El Laberinto de la Atlántida-Algaida 2010); dos apasionantes y complementarias perspectivas del... ¿mito?
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Programa nº 43, del 19 de octubre de 2010...

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Fíjense en la fecha de ahí arriba, y constaten vuesas mercedes el venturoso programa habido en El Camarote 58.
Así, como quien no le da importancia, tuvimos una primera parte protagonizada por Alejandro Evlampiev -saleroso responsable de relaciones públicas y hombre orquesta de la Espatrek-, que nos puso al día sobre el evento nacional que está a punto de empezar.


Alejandro nos detalló, nos retrató una convención a la que hay que ir. Y punto. Un parque temático, más que una convención, donde cualquiera -sea o no un fan de Star Trek- se lo tiene que pasar pipa. Actividades sin cuento, descuentos aquí y allá, sorteos, noches de «coco-loco y taj-majal» -como le gusta decir a nuestro subdirector-...
Uno puede, evidentemente, elegir ir o no ir a donde le venga en gana; pero no ir a la Espatrek es, oídos y escuchados los argumentos de Alejandro: un error.
Dicho lo cual, sólo nos resta decir que: ¡Allí nos vemos!

En La segunda parte de El Camarote 58, tuvimos el gusto de entrevistar a Antonio Martín Morales, autor -entre otras- de la novela «La caza del nigromante».


Esta obra es la primera parte de una pentalogía -sí, sí; penta, han leído ustedes bien- cuyo título genérico es «La horda del diablo».
Everest, que es la editorial, ha acertado de lleno con la selección de esta obra valiente e inusualmente sólida en el tratamiento de sus personajes.
Si la obra es mucho más que recomendable, ni un ápice menos se puede decir del autor, que es un tipo simpático y elocuente. Esa elocuencia está -evidentemente- en su obra, convirtiéndola en una referencia básica dentro del panorama actual del género fantástico.


Hicimos un repaso de sus trabajos anteriores, haciendo especial hincapié en «El mar de los sueños» (novela anterior, con una inquietante trama de ciencia-ficción), que bien podría acabar siendo una más que sugestiva novela gráfica.
Estaremos pendientes de ello y, por descontado, de la inminente segunda entrega de «La horda del diablo».

Dos cositas para concluir esta introducción.
Por un lado, recordaros que Javier Negrete estará con nosotros y, por tanto, con vosotros -si no hay contratiempos-, en próximo día 26. Grabaremos en programa, porque Javi tiene imposiciones de su horario como docente que nos obligan a ello.
Decir, y ya concluyo, que a María Martín -flamante y novísima editora de «Ediciones Torre de Marfil» se le ha complicado el trabajo y nos ha llamado para cambiar la fecha.
El Camarote 58 no tiene problema con los amigos y sólo tiene amigos. De modo que charlaremos con ella más adelante, y no mucho más adelante, descuiden ustedes.

Primera parte, con Alejandro Evlampiev:


Segunda parte, con Antonio Martín Morales:

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Hispacónicos y por adelantado... Madrugada del viernes al sábado.

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De izquierda a derecha: Susana Vallejo, Sergi Vicviana, Andrés Rodrigo, Manuela Sanjuán, Elena Clemente, Juanmi Aguilera y María Martín.



De izquierda a derecha: Manuela Sanjuán, Elena Clemente, Juanmi Aguilera, María Martín, David Mateo, Susana Vallejo y Sergi Viciana.

Alrededor de una mesa bien servida -que lo estuvo, pese al lamentable aspecto post-cataclísmico que muestra en la instantánea-, presagiando la HispaCon que se avecina.
¡Sencillamente incorregibles!
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Programa nº 42, del 5 de octubre de 2010...

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De siniestra a diestra, empezando por la segunda fila: Eva, Eduardo y Sergio Mars; y siguiendo con la primera: Andrés y Daqui.

A medio camino entre los programas de estilo libre, que nos gusta compartir con vosotros, y los temáticos -escúchese la segunda parte-, en los cuales nos centramos en un asunto de especial relieve.
Aquí empezamos hablando de pantallas, párrafos y viñetas, vistas y gozadas, vistas y sufridas... Nos acompaña nuevamente Sergio Mars, responsable de actividades de la HispaCon Burjassot 2010.
Charlando entre amigos y poniendo de relieve todos y cada uno -ya iréis escuchando, ya- de los múltiples aspectos de nuestra flamante convención.
Sergio Mars es un tipo majo y campechano que se ha convertido en uno más de El Camarote 58, con todas las de la ley. Ha hecho un trabajo extraordinario bordando un cuadrante de actos complejo y muy atrayente. Dentro de poco estará nuevamente con nosotros, para hablar de su último trabajo editado por Grupo AJEC.
Pasen, pasen todos ustedes y disfruten de esta colosal panorámica de la HispaCon, que empieza dentro de tres -¡tres!- días.

Primera parte:


Segunda parte, entrando de lleno en la HispaCon 2010:

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Programa nº 41, del 28 de septiembre de 2010...

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A nuestro aire como suele ser habitual, con Ricard de la Casa en la primera parte, contándonos cosas desde el Rincón privilegiado de «BEM en la Onda»; y con Rafael Marín Trechera en la segunda. Rafa es un extraordinario escritor, cuyo talento literario jamás podrá igualar a su calidad humana. Es en buena ley y de pleno derecho, lo que se suele denominar -por lo general de un modo poco justificado-: una persona encantadora.
Escribe, traduce y, además, se dedica a la docencia.
Hablamos de sus inicios, de su desarrollo como autor -literatura, tebeos, ensayo...- de «Piel de Fantasma», su última recopilación de relatos (Grupo AJEC), y de sus proyectos. Lo que se dice un programa de primera que no os podéis perder y, por lo tanto, os presentamos aquí abajo en aras de vuestra formación creativa y de vuestro solaz.


Y el martes que viene retomaremos el asunto de la HispaCon, de la mano de sus responsables, para dar la última campanada congregando a los fieles seguidores de esta cita -obligada y necesaria- con el género de ficción, en todas y cada una de sus manifestaciones.

Primera parte:


Segunda parte, con Rafael Marín:

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Programa nº 40, del 14 de septiembre de 2010...

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En segundo plano y de izquierda a derecha: Eduardo y Daqui. En primer plano: Andrés y Eva.

Dos charlas, dos, con dos amigos: editor el uno y escritor el otro.
En la primera parte, Raúl Gonzálvez, del Grupo AJEC. Uno de los exponentes más esforzados del mundo editorial español.
Desde la época en que editaban El Melocotón Mecánico -la revista, y más concretamente su número 2, nos la presentaron durante la HispaCon de 1998, en Burjassot-, pasando por las colecciones de Albemuth, hasta llegar a la actual estructura de la editorial; Raúl no ha hecho más que apostar decidida y asiduamente por los autores españoles. No es algo de lo que puedan presumir, últimamente, muchos editores más allá del mundillo de aquellos que lo hacen de una forma no profesional.
El catálogo de Grupo AJEC, yendo desde los autores ya reconocidos e incluso «consagrados», a los que nos ofrecen sus primeras obras; es, sencillamente, extraordinario.
No hemos hecho, pues, más que reconocer el esfuerzo de Raúl y ofrecer a nuestros oyentes una amplia prespectiva de lo que fue, es y pretende ser, una apuesta ilusionada por todos aquellos que tienen historias que contar, y deben contar en el panorama del género de ficción en España.

En la segunda parte, charlamos con Ángel Torres Quesada.
¿Qué decir de Ángel que resulte adecuado? ¿Cómo presentar a este amigo, autor y persona entrañable?
Ese fue el primer quebradero de cabeza para el director de El Camarote 58, puesto ante la tesitura de presentar a tan destacada figura de las letras de ficción españolas.
Para los lectores veteranos sobran las palabras. Los más jóvenes, no deben dejar escapar la oportunidad de sumergirse en los ambientes y la acción, que Ángel Torres domina a la perfección.
No sé si todo cuajó con la intensidad y dignidad pretendidas; pero no cabe la más mínima duda de que la voz, la presencia y la prestancia del maestro gaditano, no precisan respaldo alguno.
Ángel escribió, escribe y lo que te rondaré morena, con un estilo y un gancho muy difícilmente igualables.

Primera parte:


Segunda parte:

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LA CAZA DEL NIGROMANTE_Antonio Martín Morales

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LA CAZA DEL NIGROMANTE_La horda del diablo
Antonio Martín Morales
Editorial Everest
396 páginas_Fantasía

Este es el primero de los cinco volúmenes, según se informa en la publicación virtual: http://www.lahordadeldiablo.com
Nada de «tri», ni de «tetra»; Antonio Martín Morales se enzarza con una «pentalogía» -válganos el término-, inmersa en el género fantástico, más concretamente en lo que se da en llamar fantasía heroica.
En la página antes citada podemos encontrar los títulos de los cuatro libros restantes.
La fantasía está de moda, en detrimento de la ciencia-ficción que, víctima de sus usos y abusos, está de capa caída. Los títulos de fantasía, en el sentido clásico y facilón del término, surgen de debajo de cualquier piedra a la que demos una patada. Se trata, por lo general, de argumentos recurrentes, trillados a más no poder, que manipulan -cuando no manosean- arquetipos que ya definió Tolkien en su momento.
Esta es la razón fundamental para acercarnos a la obra de Antonio Martín Morales: el autor aborda sin complejos la perspectiva más oscura del género, entrando en una trama consistente, en la que los protagonistas son mucho más de lo que suele ser habitual en este género.
Una misión que se convierte en una trampa, odios que consumen vidas enteras y búsquedas por las que se puede empeñar el alma; modelan un reparto de protagonistas realmente atrayente y gratificante.
Se trata de una de esas obras -contadas- que insuflan aire fresco en un género muy a mano en las librerías, pero muy manoseado argumentalmente.
Así que nuestras felicitaciones a Martín Morales por esta sugestiva incursión en el género, felicitaciones a Everest por su acierto al seleccionar la obra, y nuestros mejores deseos para los títulos que se avecinan.
Reflexión y tesón, amigo Antonio, porque te has puesto el listón alto.
Estaremos muy al tanto.
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Programa nº 39, del 7 de septiembre de 2010...

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De izquierda a derecha: Sergio Mars, Daqui, Andrés, Carmen Cabello y Eduardo.
Rogamos disculpéis la escasa calidad de esta fotografía, pero optamos por hacérnosla al fresquito, en la entrada de los estudios de ARA La Radio, al concluir el programa, con la luna por testigo y una cámara con un flash de andar por casa.
En fin, la voluntad es lo que cuenta.


Programa especial, dedicado a la HispaCon que, este año 2010, vuelve a celebrarse en Burjassot (Valencia), con lo cual ya serán cuatro (4) -que se dice pronto- las veces que la afortunada localidad acoja tan magno evento.
Como quiera que Burjassot es tan querida por los miembros de El Camarote 58, dado que nuestro director tuvo el placer, el privilegio de dirigir las tres anteriores, celebradas los años 1994, 1996 y 1998; deseamos a los organizadores de esta nueva cita nacional para los amantes del género de ficción, la mejor de las fortunas. Es más que evidente, que cuentan con nuestra total simpatía e incondicional apoyo.

Y nosotros contamos, en este programa, con la presencia de Segio Mars, responsable de actividades de la HispaCon 2010 y, por lo tanto, la persona más adecuada y cualificada para poner a nuestra distinguida audiencia, al corriente de los entresijos organizativos.

También nos acompaña Emilio Altur que, además de buen amigo y componente del equipo organizativo de la HispaCon de 1998, es miembro del Consejo Rector del Patronato de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de Burjassot; entidad que respalda, con medios e instalaciones, la convención que se celebrará del 9 al 12 de próximo mes de octubre.


Carmen Cabello, con su nuevo Imaginarios virtual bajo el brazo -el quinto ya, y celebrando el primer aniversario-, está de nuevo en nuestros estudios, para dilatar nuestras pupilas de asombro, explicándonos cómo se puede meter tantísimos contenidos en tan sólo ciento veinticinco páginas. Si ya lo dicen nuestros oyentes: «no te has acabado uno, cuando ya han sacado el siguiente».

Lo que se dice un programa completo y pletórico, que no debéis perderos bajo ningún concepto.

Primera parte:


Segunda parte:

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