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De terror va este programa en el que desvelamos la lista de diez películas de miedo, entresacadas de los correos de nuestros oyentes. Las más votadas.
Incluimos unas imágenes del momento de nuestra llegada a la redacción de ARA La Radio, utilizando nuestro flamante sistema de tele-transportación de última tecnología.
Para la cosa de que os chinchéis de envidia son las fotos. Fundamentalmente.
Y no menos terrorífica la saña con que la música de fondo se revela contra nosotros. Comprobaréis que, además de algunos temas seleccionados -que no obstante, suenan como les da la real gana-, se escucha todo un cisco multi-estilístico que va desde las bandas sonoras medio previstas a David Bisbal, pasando por Marife de Triana y Cañita Brava.
Creed -es un ruego encarecido- que ese peculiar festival de la canción, nada tiene que ver con nuestras previsiones.
Algún día, la fe es lo último que se pierde, lograremos domeñar al demonio de la música, que no el duende.
Dicho todo esto y reiterando nuestras excusas, pasamos al co-protagonista de la velada, que es el programa en sí.
En la primera parte la sección mensual de Ricard de la Casa: «BEM en la onda». Novedades, noticias y charla amigable cienciaficcionero-dicharachera.
Imprescindible.
Nos habla Ricard de Magdalena Mouján Otaño y su irónico «Gu ta gutarrak», que obtuvo el primer premio en el concurso de cuentos, de la Segunda Convención de Ciencia Ficción de la República Argentina. En 1968. BEM lo reeditará en breve, con los fragmentos que, en su momento, se censuraron.
También tratamos de Connie Willis y su «Lo mejor de... II», de la Feria del Libro de Madrid y de lo que se va terciando sobre la marcha.
En la segunda parte hablamos con Andrés Torreiro que, tal y como estaba previsto -masoquismo puro, oigan-, nos pone los dientes de palmo y medio, relatando con detalle puñetero, hasta las más mínimas incidencias de la magna celebración del Aniversario de El Imperio Contraataca. Todo Santiago de Compostela patas para arriba, con las calles tomadas por fuerzas imperiales y nosotros, escuchándole, con la imperiosa necesidad de llorar como críos de rabia, por habérnoslo perdido.
Zónula Catro cierra, porque toca afrontar otros retos; pero Andrés seguirá ahí, en una nueva etapa para la cual le deseamos la mayor felicidad. Ya hablamos Andrés y, de momento, que tengáis tu futura esposa y tú, un maravilloso viaje de novios.
Acabamos con vuestros correos virtuales, y con el firme propósito de regresar en siete días.
Prepárense ustedes porque esto va a más.
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