EL CAMAROTE 58


EL CAMAROTE 58
Libros y Tebeos, Cine y Televisión, Juegos Virtualaes y de Sobremesa...
Ciencia-ficción, Fantasía y Terror, Historia y Misterio...

Programa nº 47, del 23 de noviembre de 2010...

-
¡Atención, pregunta!: ¿Qué tienen de especial los programas radiofónicos de El Camarote 58?
Pues, que siempre tenemos buenos e interesantes amigos invitados con los que departir y compartir, pasándonoslo de maravilla. Es que era una pregunta muy, pero que muy fácil.
Y... ¿quiénes? -se preguntará esa parte de nuestra maravillosa audiencia que no pilla la onda en directo, debido a la dictadura del alcance y tal-, ¿quiénes -digo- han sido los invitados de esta nueva y flamante edición de El Camarote 58? ¿Eh? ¿Quiénes?
Pues dos amigos y escritores cuyos nombres en este caso (por orden de aparición) son: Francisco José Jurado y José Antonio Cotrina.

Francisco José Jurado

Francisco José Jurado es un escritor cordobés. Córduba, una de las más hermosas ciudades de España, capital que fuera de la Bética romana, cargada a posteriori con toda la historia habida y bien dispuesta a la por haber.
Hablamos de su trayectoria como escritor y de su excelente primera novela, titulada «Benegas». Córdoba se convierte bajo la pluma de Paco, en el escenario de una serie de crímenes, para cuya resolución contamos con las dotes deductivas de un investigador cuyo apellido da título a la obra.


Paco entra en un juego de complicidades entre el lector, el protagonista y su coro de secundarios, en el que hace clara referencia a los grandes maestros del género que le inspiran; pero demostrando con su estilo cuidado y, a la vez, desenvuelto, que lo hace porque es su primera novela, disfruta con ello y le da la real gana. Demuestra, Paco Jurado, que tiene en todo momento los ramales bien sujetos, preparándonos para una nueva entrega de las andanzas de Benegas que será, sin lugar a dudas, otra joya del policiaco español contemporáneo.
Pasen, pasen vuesas mercedes y escuchen, porque Francisco José Jurado tiene mucho que contar y, además, es lo que se dice un tipo majo con el que da gusto conversar.



José Antonio Cotrina

Durante la segunda parte del programa nos acompañó José Antonio Cotrina, otro de los numerosos e imprescindibles amigos de El Camarote 58.

Sí, sí, por supuesto que hablamos de «La Cosecha de Samhein»; pero no sólo de ésta, su última obra (trilogía a la espera de conclusión, con el libro que la rematará el año próximo), sino de una retahíla de cosas, curiosidades y obras literarias que abarcan toda su vida, desde los doce añitos.

José Antonio nos explica como pasar de jugar con los «airgambois» a repartir mentalmente papeles entre ellos, y gritarles aquello de: «¡Luces, cámara... acción!»
¿Qué no me creen? Pues apresten ustedes sus oídos porque, en el fondo, el espíritu de Rocavarancolia es antiguo, quizá mucho más de lo que José imagina.


Sugestivos en todo momento, inquietantes muy a menudo, terribles cuando se tercia (que se tercia, y mucho)... Así son Rocavarancolia y los personajes que la pueblan.
Por cierto, el nombre de Rocavarancolia: ¿será fruto de largos años de investigación en laberínticas bibliotecas, desconocidas e incluso ocultas al común de los mortales?
¡Chan-chan!

He aquí, en forma de ondas sonoras, presencia no por intangible menos rotunda, simpatía y garbo; la charla con José Antonio Cotrina que todos ustedes -vosotros- estabais esperando. En la segunda parte de El Camarote 58.

Primera parte, con Francisco José Jurado:


Segunda parte, con José Antonio Cotrina:

...

¡Timunmas ha resuelto el problema de la cuadratura del círculo!

-

Leyendo el título de este artículo, lo primero que pasará por sus cabezas es que yo he perdido la mía.

«Este hombre -dirán-, que lástima. Ya son muchos años con la ciencia-ficción esa, muchos pájaros en la cabeza… Ya no distingue entre un problema matemático irresoluble y la charlatanería de los cantamañanas de turno. Y además… -rematarán ustedes- ¿Qué puñetas tendrá que ver la cuadratura de marras y una reseña literaria?»

Y no digo yo, no, que así, a voz de pronto, no pudieran tener ustedes razón; pero si me permiten explicarme, verán que ando bien encaminado.

Les cuento.
Soy aficionado (¿fan?) a la saga de La Guerra de las Galaxias desde que se estrenó la primera película; sí, esa que ahora va y resulta que es la cuarta.

Me metí en un cine y entré en éxtasis durante la totalidad del metraje -desde que aparecen esos títulos viajeros que han hecho historia-, de modo que decidí repetir. Como quiera que el personal del cine no estaba por la labor, ni mis recursos daban para más de una sesión; hice uso de una suerte de juego del escondite que me permitió verla tres veces seguidas aquel día. Al día siguiente volví, saben.

Desde entonces, me he tragado todas las continuaciones y «precuelas» -así, entrecomilladas, porque, con total sensatez, como tiene por costumbre, a la Real Academia no le da la real aceptar el barbarismo-, he digerido (no sin ciertos problemas gástricos, en ocasiones) todas las series, animadas y desanimadas, libros, tebeos, juegos de sobremesa y virtuales… Si no lo tengo personalmente a buen recaudo en mi casita, en un momento u otro, todo lo relacionado con esta franquicia multimillonaria ha pasado por mis manos.

Llega uno a creer que ya lo tiene todo visto y muy visto. Acaba uno concluyendo que, en caso de que salga algo nuevo, no dejará de ser un refrito de cosas anteriores que se comprará y almacenará, con el ansia acaparadora del incondicional; pero sin intención de devorarlo como solía ser habitual en los viejos tiempos.

Y va y resulta que los señores de Timunmas deciden que no, que te van a sorprender, a dejar boquiabierto y con los ojos saltones, como cuando eras un chiquillo y volvías corriendo a casa con lo último de El Imperio Contraataca, conseguido a duras penas con el sudor de la frente de papá.

«The Complete Vader» fue el título de una joya impresa, de un álbum que recogía las andanzas en papel, plásticos, celuloide y toda una amplia suerte de materiales y presentaciones; del villano más emblemático de la historia del Séptimo Arte: Darth Vader, el tenebroso y tortuoso Señor del Sith.

Hasta donde me consta, apareció por primera vez a finales de 2009 en Inglaterra; pero la edición en EE.UU. se fue al traste por un error de imprenta, debido al complejo montaje interior del volumen. Allí, en la tierra de George Lucas apareció hace un par de meses, según creo.

Tuve ocasión de tener entre mis manos un ejemplar de la edición inglesa, que era una maravilla; una maravilla que ahora, engrandecida con la traducción al Español, nos presenta Timunmas -como ya he dicho- de cara a las Navidades, con toda la pinta de un extraordinario regalo a la hora de configurar la lista para los Reyes Magos.

Se trata de una edición extremadamente cuidadosa y compleja, en la que se repasa la vida y obra de Vader y que, para acabar de magnificar el conjunto, se nos presenta con el escueto, rotundo y acertadísimo título de : VADER. Así, a secas, sonando como el zumbido de un sable láser escarlata sangriento.

VADER, oscuro y enrevesado, consumido por los hechos de aquella galaxia lejana, muy lejana y sus circunstancias personales, se nos presenta en este volumen desde su nacimiento, en forma de vagas descripciones y trazos indecisos; pasando por una larga etapa de crecimiento y desarrollo formal, y llegando poderoso, pletórico de fuerza y poder de sugestión, hasta nuestros días.

Podemos ir pasando páginas, avanzando a través de un laberinto de desplegables, reproducciones de originales de incalculable valor para el aficionado, y requiebros visuales; encontrándonos el ciclo vital de un Sith. Con cada párrafo, con cada boceto, nos sentiremos más identificados con todos y cada uno de los nombres -ya míticos- que contribuyeron a crear esta leyenda contemporánea.

VADER es un archivo de incuestionable valor para quienes sentimos un aprecio especial por la figura, desde mi punto de vista central y más significativa, del universo creado por Lucas. VADER es la puesta en escena del envoltorio mediático de Anakin Skywalker, y la prueba de que, a pesar de los focos, de las rutilantes luminarias de las salas cinematográficas y de exposiciones por las que ha ido pasando; el poderoso y atormentado Señor del Sith es una sombra sobre la que especulamos, que intentamos retener en un párrafo, plasmar en un esbozo…

VADER es un espectáculo visual para enmascarar nuestro atávico temor a los resultados de la transformación; una forma elegante, artística, de ilustrar un oscuro túnel al final de cual, una luz mortecina, nos señala la salida y la salvación, o nos atrae, como polillas, hacia el abismo.

Quiero en este sentido hacer valer como ilustradoras de mis argumentos, dos imágenes del libro que les detallo.
Ambas se hallan en el cuadernillo desplegable que encontrarán junto a la página 86.

Por una lado, sin desplegar el cuadernillo citado, encontrarán una ilustración a página completa, de un Vader surgiendo de las tinieblas como una aparición (es la misma de la contraportada). Terrible, su máscara respiratoria se nos antoja unas fauces abiertas, con una hilera superior de colmillos monstruosos. Es el Vader como arquetipo maligno. Imposible de contener o domesticar.

Por el otro lado, con el cuadernillo plegado y junto a la página 89, tenemos una mezcla de fotografía e ilustración técnica, en la que se nos muestra la mano del artista intentando explicar lo inexplicable, aplicándose a la turbia tarea de domesticar la imagen anterior, para convertirla en objeto de consumo. Para exorcizarla.

Indudablemente, uno puede recorrer las páginas de esta magistral edición de Timunmas, disfrutando lo indecible de una monumental obra de arte. Así, sin meterse en camisas de once varas como yo he hecho. Pero, de un modo u otro, hay una cosa evidente: acérquense a sus bibliotecas personales, al rincón donde guardan sus libros sobre La Guerra de las Galaxias (¡Ea, Star Wars!) y comprobarán que, si aún no tienen este maravilloso libro, hay un hueco expectante que está susurrando su título:

VADER, editado por Timunmas. Tiene ciento ochenta y pico páginas, les saldrá por algo menos de cuarenta euros y comprobarán que cuesta mucho menos de lo que vale.

Además, está dedicado a Ralph McQuarrie por lo que, remitiéndoles al título de este artículo o reseña, comprenderán porque sostengo que a los amigos de Timunmas este libro de formas cuadradas, les ha salido redondo.

Andrés Rodrigo
...

Programa nº 46, del 9 de noviembre de 2010...

-
En el programa cuya fecha se mienta por ahí arriba, tuvimos tres invitados muy especiales (aunque: ¿alguno de los amigos de El Camarote 58 no lo es?).

De izquierda a derecha: Javier Navarro, Ana Zurita (protagonista de la foto y ya ven: ahí en segundo plano, tan recatada ella), Andrés, Eduardo, Daqui y Eva.


En la primera parte charlamos con Rodolfo Martínez.
Rudy es un escritor como la copa de un pino que, además, tiene la habilidad poco común de barajar géneros y estilos como un consumado tahúr. Y ganando siempre la mano.
No es habitual encontrarse con un escritor con los arrestos y el oficio necesarios, para coger a James Bond y colocarlo de través entre la Edad Media y un siglo XIX «steampunk», salpimentar la mezcla con tecno-magia y política-ficción de corte contemporáneo; y salir vivito y coleando del empeño, con pasodoble y vuelta al ruedo. ¿Que parece mucha lidia para una sola faena? Pues háganse vuesas mercedes con «El Adepto de la Reina» y ya nos contarán, ya.
Entren en la publicación virtual de su editorial: sportularium.com, y recojan de buena mañana -siguiendo la tradición latina- un indispensable regalo para sus bibliotecas. De paso constatarán que Rodolfo Martínez no es ningún recién llegado. Lleva ya mucho bagaje a las espaldas y de gran calidad.
Y además, ¡es un amigo, qué puñetas!

Rodolfo Martínez

«El Adepto de la Reina», de Rudy, con la magnífica portada de Alejandro Terán, ganadora del último premio Ignotus en la especialidad.



Estuvo con nosotros, en el estudio, Ana Zurita. Ana -que vino acompañada de Javier Navarro- es una ilustradora valenciana, cuya obra se ha centrado en los libros de texto y el diseño de figuras para una mundialmente conocida empresa española -valenciana, para más señas-de cerámica artística.
Ana Zurita vino a charlar con nosotros de lo suyo y, concretamente, de su último libro ilustrado infantil: ¡Qué tela más dispareja!, editado por Pintar-Pintar.
Ana es una ilustradora con una calidad evidente y una potencialidad - y esto es lo realmente significativo- apabullante, que transforma las imágenes en regalos visuales imperecederos. Compren su libro -el antes referido y los que vayan viniendo-, y habrán adquirido una obra intemporal que leer a sus nietos y aquellos a los suyos. Así de claro.

El último libro ilustrado por Ana Zurita.


Después, en la segunda parte, tras el informativo, charlamos con Susana Vallejo.
Susana está ahora triunfando con su tetralogía: «Porta Coeli», en la que se interna en territorios inquietantes, a medio camino entre la realidad -percibida en sus hábiles retratos históricos- y la ficción de dos mundos tan próximos como, en ocasiones, terriblemente distantes. Un códice mistagógico, magos y caballeros con cruciales encomiendas, palpando otros mundos a través de pórticos...
Porta Coeli, editada -la tetralogía, ya digo- por Edebé. Compren y lean. Ya saben como funciona esto.
Decir, además, que Susana es un encanto de persona, que encandila a los lectores cuando se pone ante ellos presentando su obra o firmando ejemplares.
Ahora, cambiando radicalmente de registro, Susana nos cuenta que se embarca en un proyecto literario policíaco, de misterios y crímenes... ¡Chan-chan!
Manténgase atentos a El Camarote 58 y a aqueste fermoso blog, porque nosotros ya tenemos el alma en vilo. Palabrita.

Susana Vallejo

La tetralogía «Porta Coeli» en todo su esplendor.

Primera parte, con Rodolfo Martínez y Ana Zurita:


Segunda parte, con Susana Vallejo y Ana Zurita:

...

Programa nº 45, del 2 de noviembre de 2010...

-
Eeeste, este es el programa que -al menos en teoría- debería tener una parte más en el blog -es decir: tres- que no fue emitida en directo, porque nuestro buen amigo Javier Negrete tiene obligaciones docentes que impedían cuadrar los horarios.
Dicho lo cual, aquí tenéis las dos partes habituales, y en breve colocaremos la charla con Negrete. Por supuesto haremos sonar pitos, flautas, cazos y cacerolas a través del dichoso facebook, para informaros de la modificación.

Platón, invitado especial de esta nueva edición de El Camarote 58, se quedó de piedra viendo con que soltura y donaire desmenuzábamos sus diálogos.

En la primera parte del programa en directo, nombrada aquí «segunda» en virtud de lo antedicho, Andrés y Daqui (Eduardus malitus est) se enzarzan en una charla distendida sobre esto y aquello, sin dejarse impresionar lo más mínimo por el hecho -apuntado al principio- de que el asunto va de la Atlántida. Ya les conocen vuesas mercedes: ¡A ellos el guión -suponiendo que existiese tal cosa- les importa un ardite!
Pues nada, dale que te pego, de aquí para allá; que si películas, que si tebeos, que si ¿bolsos?... En fin un amigable despropósito en el que, a duras penas, el director del cotarro logra enfilar los derroteros de la Atlántida, para hacer una semblanza del ¿mito?, sus protagonistas y su maravillosa pervivencia espacio-temporal.

Álvaro Bermejo y su último libro.

En la segunda parte -tercera, como podéis ver, en el blog- charlamos con Álvaro Bermejo, un nuevo amigo del programa, para el cual nuestras puertas estarán siempre abiertas de par en par.
Hablamos con él de su última y flamante novela: «El Laberinto de la Atlántida»; pero también de su trayectoria, de sus otras obras premiadas -Álvaro es un compendio de galardones- y de las perspectivas de un autor inteligente.
Pocos escritores actuales saben enfocar los mitos con una luz tan diáfana. Álvaro transita por los pasillos inexplorados de la Historia, con la reflexiva placidez del demiurgo de los platónicos: tomando de aquí y allá poderosas sombras, para hilar grandes historias que nos engrandecen.
Cuando acaba de tejer sus páginas -y eso es algo más que maña literaria-, Álvaro Bermejo devuelve el mito a su pedestal agigantado, magnificado, rejuvenecido.
Y charlar con él, con Álvaro, es además una gozada.
Si no han leído el libro... no acertamos a justificar más demora.Y de paso échenle un vistazo al resto de su bibliografía, porque el conjunto es de lujo.

Segunda parte, con los cerros de Úbeda en primer plano y la Atlántida de fondo... ¡Qué se dice pronto!:


Tercera parte, con Álvaro Bermejo, internándonos en el apasionante laberinto de la Atlántida:

...