-
Programa hermoso y sorpresivo donde los haya.
Will Gates nos ¿honró? con su participación indirecta, haciéndonos una demostración de los afamados cuelgues de «güindos»; de este modo, la grabación de la primera parte del programa se fue a freír espárragos. Hala.
Aquí tenéis la segunda parte -menos da una piedra-, y nuestra firme intención de poner los medios -en plan Pepe Gotera y Otilio si es menester-, para que semejante desastre no se repita.
En la primera parte, palabra de honor, hablamos de películas bélicas -que de eso iba este programa- inspiradas en la antigüedad: «El león de Esparta» y «300», «El guerrero número 13», «Gladiador»... Por supuesto, como es nuestra costumbre ya bien reconocida y aclamada, hicimos senderismo por los cerros de Úbeda a discreción.
Entre las tragedias de la noche cabe citar -minuto de silencio, por favor- que Andrés -¡el muy villano!- arrancó con premeditación y alevosía el «plastiquito» que salvaguardaba la integridad de la pantalla del móvil que los Reyes Magos trajeron a Daqui. Tamaña iniquidad desencadenó protestas acaloradas y veladas amenazas, que Eduardo intentó solventar con un vídeo de un tal Berto, en el que se advierte de cierta alteración del comportamiento conocida como «plastiquitis psico-aparatológica tremens».
En la segunda parte, la liamos con «Operación Pacífico» -que da de sí una enormidad-, y aprovechamos para lanzar los pelillos a la mar.
Para remate hicimos una foto del trío, con Daqui en plan «Standartenführer» (aunque... no sé: ¿no aprecian ustedes un cierto brillo amenazador en su mirada? ¿Estará poseído por el espíritu vengador del «plastiquito»?
Qué miedo, ¿no?
En fin, a propuesta de Daqui, subdirector de esta casa de locos, el próximo programa lo dedicaremos a la obra del compositor italiano Ennio Morricone y a las películas que, en buena medida gracias a sus magistrales bandas sonoras, se han convertido en iconos del séptimo arte.
Tuvimos una buena amiga de Eduardo y, por descontado, del programa, invitada en nuestros estudios: Virginia Segarra Bermúdez. Desde La Eliana vino, encantadora ella, y aunque no conseguimos que participase plenamente, podréis oir su vocecita despidiéndose al final del programa. ¡Otra vez será!
¡Haaasta luego!
...